
Tomás Mogollón es pastor de La Iglesia Bautista Misionera “Hay Vida en Jesús”–Yaracuy / Venezuela.
CÓMO UNA IGLESIA NUEVA EN EL PROCESO DE ENFOQUE GLOBAL PUEDE PARTICIPAR EN MISIONES
Primeramente debo decir, que lo más importante para que una iglesia sea pequeña o grande, nueva o vieja es que ésta entienda la misión global de Dios, y tenga la firme decisión de obedecer al Señor con todas sus implicaciones y comience a incorporar en su programación y también en su estructura de manera progresiva las estrategias suministradas por Enfoque Global, llevándolas a la práctica de manera progresiva y de acuerdo a las características particulares de la congregación. Siendo otro elemento de suma importancia la convicción y participación activa del pastor y el liderazgo en el proceso de implementación de EG.
El caso de la Iglesia Bautista Misionera “Hay Vida en Jesús” ha sido una experiencia maravillosa y gratificante para mi como pastor ver a la congregación comprometida trabajando en los distintos proyectos misionales que establecimos, y buscando alternativas de necesidades misionales que la iglesia podía suplir.
¿Por donde comenzar?: La oración es fundamental para que una iglesia nueva se comprometa en el proceso de Enfoque Global; es necesario incorporar en cada actividad de la iglesia, no solo en los cultos de oración, a la vez que se invita a orar, es necesario enseñar a la iglesia sobre la misión global de Dios desglosando la enseñanza en aspectos específicos sobre la práctica misional de la iglesia. También se le debe dar importancia al trabajo misional en la vida cotidiana de la iglesia, en el presupuesto, en la escuela dominical, en las reuniones de negocios, etc.
Nuestra iglesia en la reunión de negocios para considerar el presupuesto para el primer año aprobó que el 60 % de los recursos se destinarían a misiones y establecimos un fondo administrado por el liderazgo de misiones para tal fin. Esto fue altamente motivador para la congregación y nuestra experiencia fue que hasta algunos visitantes que estuvieron presentes en algunas de nuestras actividades se comprometieron y así lo hicieron a ofrendar para las misiones.
Para que una iglesia nueva en el proceso sea capaz de participar en misiones mientras aprende debe creerle a Dios. Todos sabemos que una de las razones por las que muchas iglesias tradicionales no participan en misiones globales, es porque se piensa que no se cuenta con los recursos para hacerlo, ya que apenas alcanza para sostener los costos internos de la iglesia. Pero cuando la iglesia se da cuenta que la obra es de Dios y si nosotros nos disponemos a trabajar en su obra, entonces Él va a proveer. Así se comienza a ver todo
lo que Dios puede hacer y entonces el Señor nos va a sorprender. En el caso de nuestra iglesia hemos vivido la experiencia de que el presupuesto de uno de nuestros proyectos misionales (“Por Amor a los waraos”), ha recibido más recursos que el presupuesto general de la iglesia en los últimos años. Esto ha sido posible porque la iglesia durante todo el año está trabajando para obtener recursos para este proyecto porque ha asumido un compromiso con los beneficiarios de este proyecto. Esto ha sido una cosa increíble, porque todo esto ha sido posible en una de las crisis económicas más severas que ha vivido nuestro país.
Para mantenerse activa en misiones una iglesia nueva en el proceso debe insistir, probar y perseverar no en un solo proyecto sino en todos los que sean posibles y los que surjan a través de los mismos miembros de la congregación. No siempre y no todos los proyectos funcionan efectivamente; por lo tanto es necesario tener un banco de proyectos y priorizar la participación de la iglesia en ellos a fin de observar donde Dios está trabajando y allí invertir tiempo y recursos.
En nuestro caso nos ha funcionado muy bien el establecimiento de las áreas geográficas de nuestra misión y de acuerdo a las necesidades que se presenten y a la dirección de Dios definir diversos proyectos en cada área, teniendo el cuidado de tener siempre al menos un proyecto en cada área. Hay vida en Jesús ha delineado sus áreas en: Yaracuy – Venezuela – América – Último de la Tierra y actualmente está trabajando en 16 proyectos misionales (12 en Yaracuy, 1 en Venezuela, 1 en América y 2 en Último de la Tierra).
Como señalamos al inicio, toda esta dinámica es posible en una iglesia nueva, así como en una de mucha trayectoria, fundamentada en un movimiento de oración permanente por la iglesia y su participación en misiones.