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¿Cómo debemos responder ante el Coronavirus?

By marzo 17, 2020No Comments

Pocas veces escribo sobre los sermones que he predicado, pero hoy quiero hacer una excepción. Quiero escribir sobre lo que pude predicar el domingo pasado, «Cómo respondieron los apóstoles a las adversidades», aplicándolo a cómo debemos responder hoy a lo que está sucediendo en el mundo respecto al Coronavirus. Realmente creo que debido al nivel de pánico que muchas personas están experimentando, necesitamos escuchar lo que Dios dice sobre situaciones como esta.

En Hechos 4, los Apóstoles estaban siendo perseguidos, amenazados, intimidados y encarcelados por predicar abiertamente el Evangelio de Cristo. A pesar de que la adversidad que enfrentaron fue diferente a lo que enfrentamos hoy, la forma en que respondieron a las amenazas de aquel momento hablan exactamente sobre cómo debemos responder.

1.- Reconocimiento de la Soberanía de Dios
(Hechos 4: 24-28) 

Se percataron que era Dios el creador, quien estaba orquestando todo lo que estaba sucediendo y que tenía el control total de la situación. Desde una perspectiva posmoderna crisitiana, se cree que solo cosas buenas deberían pasarle a los cristianos.

Pero aquí vemos que los Apóstoles estaban siendo amenazados, encarcelados, golpeados (hasta algunos de ellos los mataron) por predicar el Evangelio. ¿Cómo interpretamos el hecho de que a veces los cristianos sufren, son perseguidos, incluso mueren a causa del Evangelio? La Soberanía de Dios. Dios tiene el control y sabe lo que está haciendo, incluso cuando nosotros no. Cuando Job perdió todo lo que poseía, incluso la vida de sus hijos, adoró a Dios (Job 1: 20-21). La verdadera adoración es reconocer que Dios es soberano y bueno, incluso cuando nuestras circunstancias no lo son.

2.- Poder Conectar con lo que Dios ya está haciendo (Hechos 4: 29-30)

En el capítulo 3, un hombre que había sido «paralitico» desde su nacimiento, fue sanado milagrosamente por Pedro y Juan, y después de ser sanado entró al Templo alabando a Dios. Debido a eso, y a otros «milagros y prodigios» que Dios estaba haciendo, muchos llegaron a conocer la salvación de Cristo. No vieron la persecución divorciada sino como parte de la obra de Dios. Esa es la razón por la que en lugar de pedirle protección a Dios, le pidieron valentía para continuar predicando el Evangelio. ¡Se unieron a lo que Dios ya estaba haciendo!

En China, donde comenzó el Coronavirus, los creyentes chinos reparten máscaras faciales, y también reparten tratados evangelísticos y los usan como una oportunidad para mostrar el amor de Cristo y predicar el Evangelio a una población muy temerosa.
En el siglo II de Roma hubo una plaga horrible que mató a más de 5,000 personas cada día.

Los cristianos bajo el liderazgo de Cipriano comenzaron a atender a los enfermos y moribundos e incluso se vieron expuestos a la peste. Como resultado del cuidado a los enfermos y moribundos, ¡casi toda Roma fue evangelizada! Ellos entendieron que esta era una oportunidad que Dios les estaba dando.

3.- Oraron y fueron llenos del Espíritu Santo (Hechos 4:31)

La reacción natural hubiera sido orar por protección contra el peligro. Pero eso no fue lo que oraron, más bien le pidieron a Dios que los llenase con Su Espíritu y les diera valentía para continuar predicando el Evangelio. ¡El único que nos puede dar ese tipo de actitud y perspectiva es el Espíritu Santo de Dios! ¡Él nos da poder para cumplir su misión, incluso cuando somos impotentes!

Entonces, ¿Cómo debemos responder? 

1. Necesitamos mantener la calma, porque Dios es soberano y tiene el control de esta situación, incluso si empeora.

2. Necesitamos ver esto como una oportunidad para compartir la Esperanza que tenemos en Cristo con aquellos que no la tienen.

3. Necesitamos reconocer que no tenemos el poder de responder así, pero el Espíritu Santo sí.