Este Año Nuevo en nuestra iglesia fuimos desafiados a más que tomar una resolución, pedir a Dios una palabra de Su parte. Inmediatamente, la palabra que Dios me dio para el 2019 fue «Multiplica». Ese es el deseo de mi corazón para este año; que Dios multiplique el número de hombres y mujeres que, en obediencia a la Gran Comisión, planifiquen sus vidas para invertirse en personas que nunca han tenido acceso al Evangelio de Cristo. Este año estamos listos para enviar al menos otras 10 familias a los no alcanzados desde América Latina. Que logremos movilizar aún más iglesias en América Latina para enfocarnos fuera de las 4 paredes de la iglesia más que hacerlo puertas adentro, donde las misiones no sean solo otro departamento de la iglesia, sino que sean la razón principal de su existencia. Para que Dios multiplique a los facilitadores de Enfoque Global que caminen al lado de muchas más iglesias ayudándoles a aprender cómo movilizar a sus propios miembros para que la iglesia local pueda convertirse en la Agencia de Misiones de Dios.