Con dificultad se podían encontrar en la iglesia algunos hermanos sin lagrimas en sus ojos, mientras observaban a sus amigos con los que han compartido en la misma iglesia durante años, hasta sus propios hijos responden al llamado de Dios a sus vidas para servir a tiempo completo como misioneros. Fue uno de los servicios más conmovedores en los que he participado, la iglesia alcanzo a entender que las personas que estaban viendo frente a ellas ya no estarían sentadas en sus bancas, sino sirviendo en el campo misionero. Este fue el cierre del servicio «Compromiso de Vida» en la Celebración Global en las 2 iglesias de Amigos en Guatemala.
Comenzamos a mentorear las iglesias de Amigos hace un año y medio, y ya tuvieron su primera Celebración Global, prediqué ambas Celebraciones al mismo tiempo. Durante la celebración de apertura, ambas iglesias se llenaron al máximo, mientras celebraban y aplaudían la llegada de sus misioneros, algunos a nivel local y otros tan lejos como Camboya. Todos los días y todas las noches tuvieron múltiples oportunidades de escuchar personalmente lo que Dios está haciendo en cada uno de estos campos y cómo la iglesia puede participar con ellos. Luego llegamos al domingo, el día de compromisos.
El domingo por la mañana (a las 8:30 en una iglesia y luego a las 10:30 en la otra) tuvimos nuestro Compromiso Financiero. La primera iglesia se comprometió con más de $30,000 dólares Americanos para las misiones, (más del triple de lo dado en sus compromisos previos a misiones) y la segunda iglesia se comprometió con casi $20,000 (cuadruplicando así sus compromisos anteriores)
Luego, el domingo por la tarde y la noche tuvimos dos servicios separados de «Compromiso de vida» en los que cientos se comprometieron a orar por los misioneros, participar en sus equipos misioneros y ayudarlos con proyectos específicos. Luego les llamé a aquellos con quienes Dios había hablado específicamente y aun estaba llamando a ser los futuros misioneros para salir de su iglesia y cooperar en la extensión del Reino de Dios en otras regiones para acompañar a los actuales misioneros. ¡Dios obró de una manera increíble al llamar a aquellos que está preparando para enviar!