Va más allá de enseñar o predicar lecciones o sermones sobre misiones o sobre los grupos no alcanzados. Tiene que ver más con un proceso intencional para llevar a las iglesias de donde están a otro nivel de compromiso. Eso es exactamente lo que estamos haciendo en Enfoque Global en América Latina. Diferentes facilitadores van de iglesia en iglesia para ayudarles a comprender su impacto potencial en el Reino de Dios. Luego, cada iglesia mentoreada es enseñada en un proceso misional intencional en el que el resultado final es que su iglesia está mucho más comprometida, enviando a su propia gente a su propia ciudad, en su propio país, o inclusive a otros países, entre los no alcanzados, todo al mismo tiempo
