La semana pasada, yo y varios de nuestros facilitadores latinoamericanos pudimos enseñar los módulos 2 y 3 de nuestro proceso misional. Algunos estaban en El Salvador, otros en Perú, otros en Chile. Yo, estuve en Bogotá y Zipaquirá, Colombia, Todos enseñando. En estos módulos ayudamos a los líderes a entender que la iglesia existe con el propósito de ser el instrumento por el cual Dios desea cumplir su misión y establecer su reino en cada nación.
Ayudamos a cada iglesia a desarrollar su propia Declaración de propósito misional y alineamos cada ministerio en torno a esa misión singular. Rick Warren dice que: Tratar de dirigir una iglesia sin un propósito claramente definido, es como estar conduciendo un automóvil en medio de una niebla densa … es fácil salirse del carril.
Muchas iglesias comienzan a desviarse de la intención original que Dios tiene establecido para Su iglesia en el libro de los Hechos. Mirando a Cristo y definiendo por qué comenzó Su iglesia, y luego desarrollando una declaración de propósito que exprese Su propósito para nuestra iglesia, y alinearse en torno a esa misión, ayuda a evitar que una iglesia se desvíe hacia otros caminos. También ayudamos a la iglesia a desarrollar una estructura y estrategia para movilizar a sus propios miembros en su propia Jerusalén hasta llegar a lo último de la tierra.
Ésta es una de las declaraciones de propósito desarrolladas la semana pasada: «Vida en Acción existe para la Gloria de Dios, siendo y haciendo discípulos que establecen Su Reino de nuestras familias a todas las naciones de la tierra».